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Letras Bikote bat

1. Bikote bat
(Son Dos)
Harkaitz Cano

En la estancia vacía:
un hombre, su mano en la barbilla,
pensando;
una mujer, de pie junto a la ventana,
pensando.

El hombre sin asideros,
conduce su mano a la barbilla;
la mujer, por asirse a algo,
lo hace al marco de la ventana.
El hombre piensa
cómo hacer para decir
lo indecible;
cómo decir que cree haber hecho
algo que no debía.

La mujer piensa cómo empezar a decir
que lo suyo ha terminado;
cómo acabar lo que nunca
acabó de comenzar del todo.
Un hombre, su mano en la barbilla,
una mujer, de pie junto a la ventana.
Ambos pensando
qué hacer y cuándo,
cómo decirlo,
pensando.

2. Arima lapurra
(El ladrón de almas)
Iñaki Irazu

Andan diciendo
por todas partes
que seamos prudentes,
que ronda un
ladrón de almas,
fino, ligero.

Una sonrisa amable,
un halago,
y para cuando
te das cuenta
ya se ha hecho
con tu alma.

Dicen que es
muy peligroso
que una vez
empieza el trato
ya no puedes
volverte atrás

Una sonrisa blanca
un halago
y amigo mio…
ya eres suyo,
sin que haya
movido un dedo,
para tu sorpresa
tienes dueño,
se ha quedado
con tu alma.

3. Gosari jendetsua
(Desayuno concurrido)
Gerardo Markuleta

Estos dos cuencos azules
–“Made in Britain”–
los compró Linda una tarde
–“Todo a cien”–,
cuando vivíamos juntos,
hace ciento y algún año.

Esta miel clara y dorada
–“de mil flores”–
me la trajo Marta un día
del pueblo de su marido.
Aún éramos amantes,
hará tres o cuatro siglos.

El zumo de pomelo es
costumbre que me dejó
Daima, la de piel oscura;
su punto fresco y amargo
me descubrió nuevos mares
mucho, tanto tiempo atrás.

Este curioso artefacto
para hacer café a la turca,
un buen regalo de Ana
en mi veinte cumpleaños.
Era una vida anterior,
aún llevaba el pelo largo.

Hoy tu nueva compañía
endulza mi desayuno;
que mis viejas amistades
no te amarguen el estreno.

Tómatelo sin recelos:
los cruasanes y los besos
son del día, recién hechos.

4. Gauez iristea
(Llegar de noche)
Lourdes Oñaederra

Me gusta llegar de noche
a los lugares lejanos.
De noche una ciudad
está más cerca
más cerca de casa
y parece entonces
que no es del todo nueva
que no es del todo ajena.

De noche son más cálidas las distancias
más conocidas las calles,
como si dijéramos,
más nuestras.
Si se llega de noche a una ciudad
que nunca antes se ha visto
parece que no es la primera vez
(parece) que no es la primera vez.

Me gusta volver de noche
volver de noche a casa
y andar por mis calles
que se parecen entonces más
a aquellas otras lejanas.
Puedo jugar así, soñar
que estoy allá y no aquí
que no he vuelto del todo

5. Euria ari badu
(Si llueve)
José Luis Padrón

Y si llueve,
me subiré por los paraguas del paisaje,
luz arriba entre las nubes negras de la calle.
Y si el tiempo es esplendorosamente malo,
correré feliz y transparente a tu lado,
correré transparente y feliz a tu lado.

Y si llueve,
me derramaré sobre el pozo de tu mirada,
tocar el fondo será una cuestión probada.
Y si el tiempo es mágicamente malo,
surcaré las peceras torrenciales de tu mano,
daremos vueltas de pez y pez reflejados.

Y si llueve,
seré este yo sin nada por un segundo,
seré sin nadie el ser más tuyo del mundo.
Y si el tiempo es triunfalmente injusto,
nos recogerán los escaparates nocturnos,
como bellos maniquíes abandonados y desnudos.

Y si llueve,
nuestras vidas, reunidas las dos,
serán lo ríos que van a dar al amor.
Y si el tiempo es inhumanamente malo,
nos casaremos de blanco calado,
nos casaremos de blanco calado.

6. Estralurtarrak
(Los extraterrestres)
Rikardo Arregi Diaz de Heredia

El gran Hawking lo acaba de decir:
deberíamos estar más callados
y ser discretos en el universo,
comportarnos humildemente, por si acaso,
ya que no es seguro que los extraterrestres
sean del todo benévolos.
La inteligencia y el mal
han sido compañeros muchas veces.
Cuidado con las galaxias,
cuidado con los agujeros negros,
cuidado con todos esos ET.

Extraterrestres, extraterrestres,
quedaos en vuestros planetas.

Estamos mejor solos en el universo,
no necesitamos malas compañías.
Ya sabemos en qué consiste
descubrir nuevos mundos,
preguntad en América,
preguntad en África.
Los humanos tampoco hemos sido muy buenos,
nunca hemos tenido ningún obstáculo
para matarnos entre nosotros.
Cantemos muy, muy bajito,
sin hacer ruido, estaríamos mejor
en silencio, mejor solos en el universo.

Extraterrestres, extraterrestres,
quedaos en vuestros planetas.

Los habitantes del planeta Tierra
no somos ya utópicos.
Andamos deprisa, como locos ,
pues tenemos montones de cosas que hacer:
ir al váter, hacer la compra,
mirar los mensajes, emborracharnos rápido,
ir al trabajo, contar el dinero,
vivir como payasos, morirnos poco a poco.
Cantemos muy, muy bajito,
sin hacer ruido, estaríamos mejor
en silencio, mejor solos en el universo.

Extraterrestres, extraterrestres,
quedaos en vuestros planetas.

7. Lausoa kristalean
(Cristal empañado)
Iñaki Irazu

Los ojos se te han
humedecido
cuando hablábamos
en la cocina
durante el desayuno
y he sentido
miedo
pues no sabía
qué hacer
con tus lágrimas.

En el cristal
de la ventana
se veia difuso
y no por la lluvia
que caía fuera,
ya sabes
cómo toca
ese harpa negro
y vetusto que hay
en el desván.

La lluvia lavaba
la piedra
en el borde del camino,
para que nos sentásemos
la mañana siguiente,
pero he sentido
miedo
pues no sabía
qué hacer
con tus lágrimas.

8. Cansancio
Javier Rodríguez Marcos

Tumbado, mira al cielo,
se deja ir. Las nubes
están en su cabeza. Nada nuevo
allá afuera, y es más
que suficiente.

Ni pájaros ni aviones
detrás del pensamiento.
Quiero decir: tiene la mente en blanco,
piensa en prosa, llega por la colina
del misterio y, cansado,
sin ideas, sin ganas
de buscarle sentido
a sus actos, con toda
la pereza del mundo
se tumba en el poema.

10.Paradisurako jaioak gara
(Estamos hechos para el paraíso)
Bernardo Atxaga

Estamos hechos para el paraíso
como los pájaros para el aire;
por debajo del paraíso, nada
de nada, no queremos nada.
Y a pesar de que toda regla
tiene su excepción, o incluso
sus dos o tres excepciones,
y podríamos en teoría
aceptar sin mayor problema
una décima de fiebre, o incluso
un dolorcillo aquí o allá
de eso nada, nada de nada,
porque un paraíso como debe ser,
Un paradis comme il faut,
Carece de excepciones,
Y porque nosotros, todos,
estamos hechos para el paraíso
Como los pájaros para el aire.